RIBEIRA – Manos Unidas expresa su compromiso para tratar de combatir el hambre en el mundo

La Praza do Concello de Ribeira acogió a última hora de la tarde de este viernes, día 9 de febrero, como viene haciendo esta organización desde hace 59 años, el tradicional acto de febrero de Manos Unidas para expresar su compromiso en la lucha contra el hambre en el mundo, bajo el lema “Comparte o que importa”, con el que se cierra un ciclo de tres años centrados en dar respuesta a las causas que provocan el hambre en el mundo y reclamando mayor acceso a los alimentos, una producción más sostenible y propuestas contra la pérdida y el desperdicio de alimentos. Solicitó a la opinión pública que «comparta», también en las redes sociales, la realidad en la que viven cientos de miles de millones de personas en un mundo en el que, en el último año, se incrementó en un 11% el número de personas hambrientas, hasta alcanzar los 815 millones, además de precisar que la desnutrición crónica infantil afecta a 155 millones de niños menores de 5 años y 15,3 millones de personas fueron desplazadas debido a las crisis alimentarias que desencadenaron los conflictos. Al poner el foco en la palabra «compartir» se pretende llamar la atención sobre las cifras de mensajes que cada día se comparten en redes sociales, y por eso este año Manos Unidas recoge en la imagen de su campaña la transformación de un teléfono móvil en una regadera, «un símbolo que a organización utiliza para que vexamos que o que compartimos ten resultado e leva a prosperidade aos países nos que realiza os seus proxectos de cooperación», matizó su presidenta, Dolores Álvarez.

El proyecto en el que está implicado ahora esta ONG consiste en dotar de cocinas a 14 escuelas en Malawi, un país africano cerca de Mozambique, con las que se pretende la seguridad alimentaria de unos 10.000 niños que acceder a esos centros educativos, además de fomentar la asistencia de los chiquillos a las aulas, ya que desde 2015 el país lleva inmerso en una gran crisis alimentaria. Así lo anunció Dolores Álvarez, su presidenta, tras agradecer la colaboración de muchas personas en sus iniciáticas, entre las que recordó los diversos y numerosos proyectos que han desarrollado en África, Asia y América, «que poden ser pequeñas gotas no océano, pero nós coma pobo mariñeiro sabemos que ben que todas as gotas e todas as mans son necesarias e de agradecer. Esperamos non perder a vosa confianza e seguir contando coa vosa xenerosidade no novo proxecto do que imos formar parte».

Desde Manos Unidas se precisó que el referido proyecto en el que están inmersos se encuadra dentro de unas ctuaciones que pretenden mejorar la salud de la población y su formación y su educación. «O Goberno, xunto con organismos privados, está levando acción de mellora de infraestruturas, perforación de pozos nos recintos escolares, formación de profesores e implementación de programas de alimentación que melloren a nutrición e os resultados académicos dos alumnos», precisó Álvarez. Añadió que para ello se llevó a cabo un estudio previo que determinó la idoneidad de la zona y la conveniencia de realizar el programa, y se concluyó que era necesario realizarlo en su conjunto, en todas las escuelas de la zona. Y recordó las palabras del papa Francisco en su discurso a la FAO en el último Día Mundial del a Alimentación: «Estamos llamados  proponer un cambio en los estilos de vida, en el uso de los recursos, en los criterios de producción, hasta en el consumo, que en lo que respecta a los alimentos presenta un aumento de las pérdidas y el desperdicio. No podemos conformarnos con decir otro lo hará». Varios voluntarios, como el profesor José Francisco, la catequista Esther Vidal, José Francisco Parente de Protección Civil, y Lela Pardavila, Chus Cobas y Dolores Álvarez, de Manos Unidas,  participaron en la lectura del manifiesto. No faltó la ambientación musical con temas como “Imagine” de John Lennon y el “Himno a la alegría” de Miguel Ríos.