BOIRO – Denuncian la inacción de la Xunta ante el bombeo de fecales al mar en Esteiro para no perjudicar al PP local

Vecinos creen que es la única razón para que mire para otro lado ante un suceso tan grave

Hoy se cumple una semana desde que alguien decidió que se realizase un vertido directo al mar de aguas residuales desde la estación de bombeo de Esteiro para paliar los efectos de la avería registrada en una tubería de dicha instalación del sistema de saneamiento. Transcurrido ese tiempo, los residentes siguen atónitos el discurrir de los acontecimientos y denuncian la inacción por parte de los departamentos de la Xunta correspondientes ante un suceso tan grave, que califican de delito medioambiental, al tratarse de un episodio de contaminación marina. Señalan que el hecho de que nadie se haya preocupado por esta situación, ni que saliera a dar una explicación de lo ocurrido y las soluciones que se van a adoptar. Lo traducen como un claro interés por correr un tupido velo sobre el asunto para proteger y no perjudicar al Ejecutivo local, integrado por compañeros del PP. En este sentido, les piden a todos que den la cara y no se escondan.

Los residentes tampoco entienden que desde otros organismos no se hayan interesado por este problema. Precisan que, aunque el sábado pasado fue cuando se registró el suceso que consideran más grave, dicha estación de bombeo viene dando problemas desde que se puso en marcha hace poco más de un año. En este sentido, indicaron que ya se produjeron alivios de aguas fecales debido a que la instalación era incapaz de asumir la gran carga de agua y residuos que le llegaban, pues desbordaban las arquetas. Esto último se pudo registrar a última hora de la tarde del pasado miércoles en que, aseguran, un aguacero volvió a dejar en evidencia el funcionamiento de la estación de bombeo. También apuntan que desde el primer momento tienen que soportar los malos olores que se desprenden del funcionamiento de esa estación de bombeo. Dicen que todos esos problemas se agravan debido a que en su entorno hay un parque infantil y una fuente a los que acude bastante gente, que tiene que soportar “as consecuencias das cousas mal feitas”.