RIBEIRA – Exitoso estreno de la IX Mostra de Teatro Afeccionado de Aguiño con la compañía Charamela de Melide
Alrededor de 200 personas asistieron el pasado fin de semana a la apertura de la IX Mostra de Teatro Afeccionado «Francisco Lorenzo Mariño» de Aguiño, que tuvo lugar en el aula de música de dicha parroquia ribeirense y que se prolongará durante todos los sábados de noviembre. Por ello, no se puede calificar de otro modo que de exitoso ese evento, que corrió a cargo de la compañía Charamela de Melide -se está convirtiendo en una agrupación habitual en este ciclo de teatro-, que puso en escena la obra «O blus de Haroldo Barrenillo», escrita por Manuel Cao y dirigida por Mary Gómez Neira y que el grupo teatral melidense había estrenado una semana antes en su localidad de origen. El elenco de actores estuvo integrado por Manuel Pumar Coego (Haroldo Barrenillo), Óscar Conde Torreiro (Cabo Venavides), Chu Iglesias Sánchez (Anastasia), Lourdes Piñeiro Torres (Rosa), Mary Gómez Neira (Margarita), Adolfo Torreiro Varela (Don Crisóstomo) y Marisol Freire Blanco (Felisa). Como buen recordarán los asistentes a la función, la obra teatral, una comedia de enredo de unos 75 minutos de duración, narra la historia del cabo Venavides y su esposa Anastasia, que tienen dos hijas, una de las cuales es mala de casar porque no es muy agraciada. Sin embargo, un día consiguen enredar a Haroldo Barrenillo, un vendedor de alfombras, para que se case con ella. La situación que propicia este hecho provoca que este montaje escénico esté repleto de escenas hilarantes y con diversión asegurada.
Este próximo sábado, día 11 de noviembre, a partir de las ocho y media de la tarde, el aula de música aguiñense acogerá la segunda función de este ciclo a cargo del grupo de teatro O Aturuxo de Melpómene de Narón, que pondrá en escena la obra «Terapia de bar», dirigida por José Prieto. Se trata de una comedia de terror, vicios y manías de unos 65 minutos de duración recomendada para mayores de doce años, en la que se narra la historia del bar «Da costa» que o se encuentra en el litoral, sino que se encuentra perdido en medio del monte, lejos de cualquier sitio, donde rara vez para nadie y cuando lo hace no vuelve nunca más. Movidos por el aburrimiento y por su desequilibrio psíquico, la propietaria de ese negocio hostelero y sus dos únicos clientes habituales deciden convertirse en salvadores de la humanidad y elaboran un plan para eliminar del mundo los vicios que, según ellos, son los culpables de todos los males del ser humano. De ese modo, cada cliente que tenga la mala suerte de entrar en el bar comprobará en sus propias carnes las terribles terapias que les aplicarán los «salvadores» para liberarlos de sus vicios. Cada terapia elimina efectivamente cada vicio, aunque con pequeños daños colaterales: también puede eliminar al paciente. Según los responsables de la compañía teatral el local de «Terapia de bar» no es «La matanza de Texas» pero tampoco es «La casa de la paradera» para quien se atreva a visitarlo. El elenco de actores lo componen Juanín Ares Gondell, José Manuel Felpeto, Chani Hernández, Maite Dacosta, Chus Olivare y Ruth Fernández.