RIBEIRA – De la esperanza al desánimo en 24 en Deán Grande

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Los padres de Deán Grande se frotaron los ojos al escuchar de boca del alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, que el jefe territorial de Educación le comunicó que va a buscarse una solución para otorgar a sus hijos plazas en el transporte escolar al colegio de Palmeira, al que tienen derecho por su adscripción a ese centro. Pero, después de que la esperanza llamase a sus puertas este martes, 24 horas después el desánimo se apoderó de ellos después de que su portavoz no lograse de nuevo hablar con Indalecio Cabana para conocer el asunto de cerca y tratar sobre las posibles alternativas existentes, y las palabras que recibió de la responsable de Servizos Educativos Complementarios no fueron nada alentadoras, pues de golpe y porrazo vio como las puertas se cerraban desde el otro lado del hilo telefónico..

Según indicaron los padres, el mensaje que les hicieron llegar parece indicar que está decidido que no van a recuperar la parada que había junto el cruceiro de Santa Clara debido a la estrechez del paso entre varias casas. Además, para otorgarles la plaza en el autobús escolar se la tienen que sacar a los de Infantil a los que les dieron una autorización especial por tener a sus hermanos de Primaria en Palmeira. Los progenitores de Deán Grande manifestaron que no desean que otros escolares pierdan la plaza del autobús que están utilizando.

Además, consideran que hacer que mientras el hermano de Primaria va en el autobús y el menor de Infantil va detrás en el coche de los padres no parece un buen ejemplo de la conciliación de la que tanto se les llena la boca a los políticos. Aún así, señalan que la medida será insuficiente, pues los cálculos les llevan a la conclusión de que dos de sus hijos se quedarían sin plaza de decantarse por esa medida en lugar de por el desdoblamiento de la línea.

Por ahora, no saben como se resolverá el asunto, pero tienen la sensación de haber vuelto al punto de partida de hace unos días, aunque aseguran que no bajarán los brazos en sus reivindicaciones «que son de justicia», subrayan, y que lo único que pueden perder es el tiempo por defender los justos derechos de sus hijos, a los que tratarán de no defraudar.