A POBRA / RIBEIRA – Fallece Vicente Fernández García, una gran persona, un gran amigo

CRESPON NEGRO

Cuando escribo estas líneas, la mayoría de vosotros estaréis descansando, pero yo no puedo hacerlo. Hoy es de esos días, o noches, en que a uno se le apaga una luz y no hay bombilla que permita volver a alumbrar, pero que con el poder de las palabras trata de iluminar la senda por la que conducirnos. Poco después de la medianoche de este jueves falleció, por encima de otras muchas y diferentes consideraciones, una gran persona. Se nos ha ido un hombre que hace que nos sintamos orgullosos de la especie humana. Vicente Ramón Fernández García, de 49 años y que fue director del colegio Bayón (Ribeira) hasta el curso 2013-2014, nos ha dejado un vacío que no podremos cubrir y que sólo el tiempo nos ayudará a sobrevivir sin él. Recuerdo aquel 24 de junio cuando, poco después de poner un pie en la calle, me confirmaron que la persona que había tenido un accidente con su bicicleta mientras bajaba desde el cruceiro de Moldes hacia A Tomada, en el fatídico kilómetro 3,300 de la carretera AC-302, y por el que había preguntado en el ejercicio de mi profesión, era él. A la vez, me indicaron que las lesiones y heridas que sufría revestían una gravedad extrema.

Por unas horas me sentí incapaz de seguir trabajando, pero con la fortaleza que él le sabía imprimir a todo lo que hacía, saqué fuerzas de flaqueza y cumplí con su labor de informar. Me dijeran que perdió el control de su bicicleta y se cayó sobre el asfalto, se deslizó bastantes metros y fue a parar sobre el carril, donde poco después era visible una mancha de sangre en el asfalto. Pasadas las primeras 24 horas del suceso, trascendió que Vicente evolucionaba favorablemente en la UCI del Clínico de Santiago, a donde fue trasladado desde el Hospital do Barbanza al comprobarse la gravedad de su estado, me sentí en la obligación de contároslo por la esperanza que suponía,

Luego, por expresa petición de la familia, no he vuelto a poner nada sobre este asunto. Sin embargo, hoy es de esos días en los que vuelvo a sentir la obligación de escribir. El pasado día 21 me contaron que lo había trasladado del Clínico al Gil Casares con cuidados paliativos, lo que no parecía ser nada esperanzador. Y a la una de la madrugada de este jueves me confirmaron el fatal desenlace. Recuerdo que se volcaba en cuerpo y alma en todo lo que hacía, por mucho que a veces pareciera que se veía desbordado, pero eso respondía a que no quería defraudar a nadie. Era muy vitalista, como lo demostró incluso tras la caída que sufrió practicando una de sus pasiones: el ciclismo. En aquel momento, tras ser auxiliado por un camionero que lo vio tirado en el asfalto, reaccionó tras unos minutos en estado inconsciente y, tras intentar sacarse el casco, les manifestó a los presentes que se encontraba bien y que quería irse para su casa, pese a las múltiples lesiones y heridas que presentaba. Obviamente, no le dejaron.

Me contaron hace un par de horas que está previsto su traslado al tanatorio A Pobra, en donde será velado su cadáver. Yo, Chechu López, como responsable de a redacción de «loqueyotedigo», le mando desde estas líneas un fuerte abrazo a Carmela, su mujer, y al resto de su familia. Se perfectamente, y hablo por experiencia, que no hay palabras que permitan aliviar la profunda tristeza que produce y el mazazo que supone la pérdida de un ser querido, sobre todo, de alguien tan joven y de tanta calidad humana como Vicente, que llenaba nuestras vidas con su inmensa implicación en todo lo que hacía. Lo echaré de menos, pero se que  desde donde esté se encargará de velar por todos sus seres queridos, tratando de que vivir sin su ausencia sea lo más llevadera posible. Hoy también están tristes en los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia), en la banda de música de Boiro, en el equipo pobrense de atletismo y en tantos y tantos lugares en los que ha dejado su impronta, en los que se ganó el cariño de la gente y lo recordarán, sobre todo, por su gran corazón que, aunque se haya parado, sigue latiendo en todos nosotros… D.E.P., VICENTE FERNÁNDEZ GARCÍA.