RIBEIRA – Una ribeirense se convierte en la primera fallecida del verano en las playas gallegas

Unos niños hallaron a la mujer boca abajo y sin moverse en el agua en el arenal conocido como de As Carolinas, aunque inicialmente creyeron que era una boya, hasta que un adulto advirtió que se trataba de una persona

Aunque el pasado 17 de junio falleció un hombre en la playa de Ézaro (Dumbría), el hecho de que el verano no entrase todavía hasta unos días después, la ribeirense Mari Carmen Martínez Rey, vecina de la Avenida da Coruña, y que curiosamente el martes cumplió 63 años, se convirtió ayer por la tarde en la primera víctima mortal del verano en las playas de Galicia. La mujer falleció en la playa de As Carolinas, situada a los pies de las instalaciones del Club Náutico de la capital barbanznaa. Unos niños que jugaban en la orilla la encontraron sin moverse y flotando en el agua en torno a las seis menos veinte y pensaron que se trataba de una boya, pero fue un adulto el que se percató que se trata de una persona. Entre varios bañistas la sacaron del agua y luego fueron un auxiliar de la Policía Local y un marinero los que le insuflaron aire por la boca y bombeaban el pecho,  respectivamente, pero pronto se dieron cuenta que la mujer no tenía pulso y que no daba signos algunos de recuperación.

En torno a las seis de la tarde llegó una ambulancia medicalizada del 061, cuyo personal técnico y facultativo continuaron con esas labores de reanimación, e incluso aterrizó en la misma playa un helicóptero medicalizado del 061. Pese a todo ellos, los esfuerzos fueron de manera infructuosa y ya no se pudo hacer nada por salvarle la vida a la sexagenaria. El aviso inicial que se recibió en los servicios de emergencias se refería a un ahogamiento, pero ahora deberá ser la autopsia que se le practique a los restos mortales la que determine las causas, aunque no se descarta que pudiera haber sufrido un desvanecimiento cuando paseaba por la orilla. De hecho, algunos testigos indicaron que la habían visto pasear poco antes junto a su marido que, al parecer, se había retrasado al quedar hablando con alguna persona.

Además, al lugar del trágico suceso se desplazaron dos socorristas de la vecina playa de Coroso, miembros del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM) y efectivos de las Policías Local y Nacional, que se encargaron de desalojar a los bañistas de dicho arenal urbano riveirense y se encargaron de custodiar el cadáver hasta que en torno a las siete y cuarto de la tarde, debido a que estaba subiendo mucho la marea y se quedaba sin espacio para mantener allí los restos mortales de Mari Carmen Martínez, se decidió su traslado al centro de
salud por parte de los empleados de la funeraria, que aguardaron allí por el forense para proceder al levantamiento del cadáver.