BOIRO – Feriantes denunciaron la adjudicación del mismo puesto ambulante en las fiestas de verano hasta a tres vendedores distintos
Los afectados expresan su malestar después de que les duplicasen el precio a pagar por cada puesto de venta, y algunos ya anunciaron que de seguir así no volverán en 2016
Un año más, un sector de los comerciantes de Boiro ha puesto en entredicho la ubicación de los puestos ambulantes, pues señalan que al ponerse delante de sus negocios les taponan las entradas de clientes, además de que algunas de esas estructuras son tan altas que sus establecimientos pierden visibilidad y vistosidad, y que incluso les hacen sentir “claustrofobia”. Dicen que si la gente tiene que aparcar lejos, les dejarán de comprar, además del trastorno que les ocasiona a los repartidores no poder dejar cerca las mercancías. Para evitar esa situación, más que quedarse en la mera crítica, propusieron solución de trasladarlos a la zona de la mediana, con lo que las fachadas de sus comercios quedarán libres. Pero, parece que se van a quedar con las ganas de ver atendidas sus demandas, por lo que ya anunciaron que están dispuestos a reclamar al Concello las indemnizaciones por los daños y perjuicios que sufran.
Este jueves fueron algunos de estos comerciantes los que se quejaron de que además de ponerles los puestos justo delante de sus puertas, en ocasiones se vende el mismo tipo de artículos que ellos, aunque de una calidad inferior, lo que consideran es una competencia desleal. Añaden que si aún fuera a algunas horas concretas no habría muchos problemas, pero están todo el día. Otra propietaria de una tienda advirtió que le pusieron un toldo o lona que tapaba todo e incluso impedía el paso, pero que tras llamar al Concello boirense les obligaron a retirarlo. Añadió que esos perjuicios que les causan les repercuten en las ventas, llegando a decir que “contrariamente ao que se poda pensar, é a época do ano na que menos vendo”. Otra autónoma asegura que lo que hace más de 30 años era válido para las fiestas, ya no lo es, teniendo en cuenta el crecimiento experimentado por Boiro. En la panadería O Forno de Vimieiro se quejan de los malos olores pues las aguas fecales que generan en los remolques en que viven salen por tuberías que se conectan a la red de pluviales. Del mismo modo, advirtió que el año pasado llegó a salir una rata de gran tamaño de las canalizaciones de recogida de agua de la lluvia y que si no llegó a entrar en su negocio se debió a que les alertó a tiempo un cliente. Añadió que la presencia de esos remolques, en los que llegan a hacer vida los feriantes, generan malos olores que les causan muchas molestias.
Una vendedora de un puesto ambulante natural de un país del continente africano criticó el notable incremento en el coste del espacio para un puesto de tres metros lineales, al pasar de 110 a 200 euros. “Previamente nos dijeron que sería mediante subasta, pero en la reunión de hace una semana nos encontramos con que era una imposición, sin posibilidad de negociar y se nos dijo que el que no pagara se quedaría sin montar”, precisó. Del mismo modo, señaló que este año acudirá e instalará el puesto, pues estaba en su programación y no cree que deba cambiar, pero aclaró que su intención es no volver a hacerlo a partir de ahora, algo que pudieran secundar sus compatriotas, “pues es un robo; nos gusta trabajar pero a estos precios es imposible”, ya que apuntan que en otras localidades pagan un máximo de 150 euros por seis metros. Añadió que en 2014 se produjeron situaciones en las que le adjudicaron el mismo puesto hasta a tres personas distintas, por lo que hubo que buscarles nuevas ubicaciones a dos de ellos. Acusan al Concello de Boiro de improvisar y de una total falta de criterio e improvisación.
Al alcalde boirense, Juan José Dieste, no le extraña que haya críticas que asume, pero señala que no se ha cambiado nada en los últimos 4 lustros, pues se mantiene el mismo sitio “e non vamos cambiar”. Manifestó que defiende el interés general y le pide a todos “ser xenerosos nas festas”. Aunque es consciente de que estas celebraciones generan ruido y suciedad, la contrapartida en beneficios es importante, pues si se pensase de esa manera en la que no se permita nada, tampoco habría los Sanfermines. Aún así, afirma que tratan que las molestias sean cada vez las menos posibles. Sobre las ubicaciones de los puestos declaró que son buenas, pero algunos vendedores ambulantes son los que los mueven y se generan los problemas. Apuntó que no comparte el criterio de los encargados de algunos negocios que cifran sus pérdidas de estos días en el 25%, “pois a xente merca productos de maior prezo. Y dijo que la subida del precio o tasa por ese concepto de 110 a 200 euros viene motivada por el hecho de que “veñan postos de maior calidade e evitar as saturacións”, concluyó Dieste.



