RIBEIRA – El instituto Leliadoura concluye que en la denuncia de una alumna no se cumplen los criterios para la existencia de acoso escolar

El director del instituto Leliadoura, de Ribeira, le comunicó ayer, tanto verbalmente como por escrito, a la madre que denunció un episodio de acoso escolar por parte de dos alumnas de 12 años hacia su hija de 14 años que, una vez completado el registro y efectuado el análisis de la información recogida en el protocolo de actuación ante un posible caso de ese tipo, que no se produjo tal acoso. Ese responsable del centro educativo indicó que la persona que llevó el peso de la tramitación de dicho procedimiento le indicó que no se cumplen los que deben darse simultáneamente para poder considerar el comportamiento de las alumnas como acoso escolar. En este sentido precisa que se llega a ese dictamen después de concluir que no existió la intención de hacer daño, ni repetición de las conductas agresivas y que tampoco se prolongaron en el tiempo.

De todos modos, el director del IES Leliadoura le precisó en su comunicado a la madre que se tomarán medidas de prevención y sensibilización en materia de convivencia con carácter educativo para garantizar el respeto de los derechos del alumnado. Además, le indica que van a procurar la mejora de las relaciones de todos los miembros de la comunidad educativa, y recomienda también la solución de los conflictos existentes a través de la mediación educativa. La madre de la niña de 14 años que se sintió víctima de ese supuesto acoso escolar no quedó convencida con el dictamen final de este protocolo y, después de solicitar que el próximo curso no coincidan en el aula esas alumnas con su hija para evitar conflicto sin conseguir ese compromiso, anunció que en la jornada de hoy acudirá a la comisaría para presentar una denuncia por el referido supuesto caso de acoso escolar.
Tras conocer esa resolución, la madre mostró su contrariedad cuando, a la petición de que no vayan juntas esas chiquillas y su hija, desde el instituto le dijeron que podía cambiarse de centro educativo, algo que no está dispuesta a hacer por recomendación de la psiquiatra y la psicóloga que atienden a su niña.

DOCUMENTACIÓN
Esta es la primera consecuencia de la apertura de un protocolo de actuación ante un posible caso de acoso escolar en el IES Leliadoura, después de que una madre decidió hacer pública la delicada situación por la que atraviesa su hija de 14 años, al asegurar que es víctima de acoso escolar por parte de dos alumnas menores que ella desde que comenzó el curso escolar en el instituto Leliadoura, de Riveira. La progenitora afirma que la insultan y desde hace meses, aunque en un principio no percibían señales de lo que estaba sufriendo, en la familia empezaron a darse cuenta de que algo le pasaba cuando se volvió muy introvertida y que dejaba de comer.

Parece ser que la hija no le decía nada a nadie al principio pues, según su madre, la tenían anulada como persona, pero que le acabó contando todo lo que le hacían, y que le provocó algún que otro ataque de ansiedad, por lo que desde hace un tiempo está a tratamiento, con tranquilizantes. De hecho, según apuntó una familiar de la pequeña, esas niñas llegaron a hacerle burla preguntándole si le diera un «en referencia a una aracterística física de la chiquilla.

Fernanda recuerda que se entrevistó en alguna ocasión con la jefa de estudios, la orientadora y el tutor de su hija después de que la expulsasen de clase en dos ocasiones por su comportamiento inadecuado, algo que la madre atribuye al acoso escolar al que la someten las otras niñas. Añadió que acudió un día al Leliadoura para reunirse con ellos después de que a su hija le diera un nuevo ataque de ansiedad, y les pidió una solución, pues de lo contrario se vería obligada a llamar a la Policía. Sin embargo, la respuesta que le dieron fue que la conflictiva es su niña, y que es la que insulta a las otras. La progenitora volvió ayer a ese centro educativo después de que su pequeña sufriera un nuevo episodio nervioso, y dijo que quiso llevársela para casa, pero que se negaron a entregársela, por lo que les amenazó con llamar a la Policía, y fue entonces cuando se la entregaron. También denunció ante la Consellería de Educación este caso variado. Con ello, pretende darle traslado de la situación y de la indefensión que están soportando, pues asegura que ya no aguantan más.

Por otro lado, en un primer momento, la dirección del centro educativo ha querido, sin entrar en ningún tipo de polémicas, dar su versión sobre lo que estábsucediendo. Después de reconocer que esa niña tiene algunos problemas, que aseguran estar atendiendo desde que comenzó el actual curso académico, los responsables del instituto subrayan que no consideran que se esté ante unos hecho que puedan ser calificados de una situación de acoso escolar, por lo que tampoco creyeron preciso abrir un protocolo en ese sentido, pues de lo contrario ya lo habrían hecho ante la mínima sospecha.
El equipo directivo del Leliadoura precisó que ese trabajo que están haciendo con la alumna afectada no es algo extraordinario, pues lo realizan con cualquier otro niño que les manifiesta un problema, y Añadió que les  preocupa lo que le está pasando a la chiquilla, y que por ello todo el personal del instituto está trabajando para solucionarlo. De todas maneras, añadió que no tiene constancia de que haya denuncia alguna con respecto a esta alumna y que la versión de la progenitora no coincide con la realidad.

La madre acudió ayer por la mañana al instituto para entregarle un parte médico para justificar la ausencia de clase de su hija tanto de ayer como en los próximos días, así como a pedirles el informe de la psiquiatra, que no pudo conseguir. Y aprovechó para entrevistarse con el director, al que le repitió su versión de lo que está pasando. Al entender de los responsables de este instituto riveirense, todo parece indicar que se está ante un conflicto de adolescentes en el que se meten unos con otros, que van cambiando de intereses y en el que se producen enfados entre pandillas. «Desde a dirección do Leliadoura queremos facer ben as cousas», además de que están tratando de ayudar a todas las alumnas implicadas en el problema, que precisó son más de las dos de las que habla la madre molesta.

Tan sólo unas horas después, el Leliadoura negó la existencia de un caso de acoso escolar a una alumna, que había denunciado públicamente su madre, el director del centro educativo le comunicó a esta última que un protocolo de actuación ante unha posible situación de acoso escolar que está a ser presuntamente sufrida pola Y le convocó a una reunión para informarla de los hechos acontecidos, de las actuaciones y medidas de urgencia adoptadas por el instituto para proteger a su niña y del protocolo que se va a seguir para esclarecer los hechos hasta su conclusión.

Para recopilar toda la información que contribuya al adecuado desarrollo de este protocolo, solicitarán la colaboración de la madre, a la que citarán para otra entrevista. Uno de los primeros pasos dados por el instituto Leliadoura dentro de las medidas para proteger a la alumna, se le designó a una profesora, commo responsable de apoyo y atención.

Del mismo modo, una vez que reincorpore la niña a las clases -está de baja hasta mañana por prescripción médica- se realizará una vigilancia específica de las alumnas implicadas tanto en los pasillos como en el patio de recreo, en los cambios de clase y en las entradas y salidas al centro educativo. Del mismo modo, se adoptarán medidas cautelares para impedir el contacto entre las chiquillas implicadas y se solicitará la colaboración del profesorado del aula para hacer ese seguimiento. Y se comunicará a las familias de las alumnas la apertura de dichonprotocolo y se les solicitará su colaboración. La dirección del instituto Leliadoura hará un seguimiento de todas esas medidas mencionadas.