A POBRA – El juez instructor prorroga hasta el 17 de marzo el secreto de sumario del caso Diana Quer

El juez instructor del caso de la desaparición en la madrugada del pasado 22 de agosto en A Pobra de la joven madrileña Diana Quer acordó este viernes la prórroga por un mes más, hasta el 17 de marzo, del secreto de las actuaciones, cuando está a punto de cumplirse medio año de ese suceso. Ello supone la sexta vez que se adopta esta medida para tratar de proteger los avances que se puedan producir al respecto, pero sobre todo debido a que por el momento no se han logrado los objetivos que se persiguen con la adopción de la misma.
En las últimas fechas, en las que prácticamente es inexistente el seguimiento mediático de este suceso, que llegó a provocar un ingente desembarco de medios de comunicación durante muchas semanas, continúan las investigaciones por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Policía Judicial de A Coruña, que acuden a la sede judicial para mantener contacto con el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira y con la representante del Ministerio Fiscal, aunque no se produjeron avances significativos en las indagacione para resolver esta compleja desaparición.
Los integrantes de la UCO desplazados desde Madrid para investigar este caso, así como la Policía Judicial de A Coruña, no han conseguido por el momento que los datos obtenidos les permitan dar con el paradero de la joven madrileña, ni tampoco con los responsables de que se le haya perdido la pista. Durante este tiempo se ha hablado de diferentes cifras de personas que eran consideradas de interés policial, pero lo único cierto es que los investigadores siguen barajando las identidades de dos individuos como sospechosos de lo sucedido y que responden a un perfil concreto, como el que se elaboró en un primer momento.
El problema con el que se están encontrando esos investigadores es que no están consiguiendo las pruebas necesarias para hilar su implicación, por lo que simplemente se quedan en sospechosos, una condición que mantienen desde casi un primer momento en que se fueron obteniendo los primeros datos, pero que no les permite avanzar. En relación la sensación de la ciudadanía de que la investigación no avanza puede tener relación con el hecho de que casi nada de lo que se consiguió en este tiempo permitió avances significativos.
Una de las mayores dificultades con las que se están encontrando es con el hecho de que nadie vio nada de lo que le sucedió la madrugada del 22 de agosto a Diana Quer, algo que los investigadores creen comprensible pues, aunque A Pobra estaba en fiestas, su desaparición se produjo en una zona apartada y poco iluminada y a una hora a la que no pasa gente por ese sitio o que quienes la hicieron desaparecer esperaron el momento en que no pasase nadie para actuar.
Respecto al teléfono móvil de Diana Quer, que sigue siendo la principal prueba que tienen los investigadores de la Guardia Civil para aportar luz en este complejo caso y tratar descifrar algunas de las incógnitas sobre lo que le pudo pasar a la joven madrileña, lo último que ha trascendido es que se está a la espera de poder acceder a su contenido, para lo que se ha solicitado la colaborción de una empresa extranjera que ya participó en otros casos. Los datos que contiene la memoria interna de dicho dispositivo es el objetivo que desde hace cuatro meses persiguen desde el departamento de Electrónica del laboratorio de Criminalística de la la Guardia Civil en la capial de España.
Desde la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado están convencidos de que el terminal contiene información valiosa para avanzar en las averiguaciones y que las personas que pudieran tener relación con lo que le ocurrió a la adolescente en la madrugada del pasado 22 de agosto. De hecho, están convencidos de que esas personas llegaron a introducir hasta siete códigos del pin con el supuesto propósito de borrar información que pudiera ser comprometida -fotos, vídeos y mensajes de texto o de audio- del último cuarto de hora, pero ninguno de ellos era el correcto.
Y sostienen que posteriormente intentaron doblarlo antes de arrojarlo a la ría arousana, concretamente debajo del viaducto de la Autovía do Barbanza, muy cerca del litoral de Cespón, en donde fue encontrado por un mariscador cuando estaba faenando con un rastro. El número de veces que probaron con el pin para desbloquearlo lo saben por el mensaje que les proporcionó al encenderlo: “iPhone está desactivado. Reintentar dentro de 5 minutos”. Por ello, les quedarían tres de los diez intentos posibles para poder reactivar el teléfono móvil y conseguir recuperar la información que contiene y que no se volcó en la copia de seguridad de la nube, pues de lo contrario se perderá, al borrarse la memoria.
