RIBEIRA / BOIRO – Las esperanzas por recuperar los cuerpos de los desaparecidos del “Paquito Nº Dos” se desvanecieron

Transcurrido año y medio del naufragio del bateeiro “Paquito Nº Dos”, las familias de Santiago Blanco Treus “Mané” y José Antonio Hermo Torrado “Rauliño” vieron desvanecerse sus esperanzas de recuperar los cuerpos de esos dos tripulantes que seguían desaparecidos. Media docena de buzos de las empresas de salvamento Northcom Diving y Dragados Osmar, de las que son responsables Eladio Díaz y Manuel Cernadas, realizaron este viernes, día 8 de julio, un total de seis horas de inmersiones en aguas de Corrubedo, en los bajos de Teiláns, donde a mediados de diciembre de 2014 naufragó y se hundió el citado buque con puerto base en Cabo de Cruz. La finalidad era comprobar el pecio palmo por palmo para dar respuesta a familiares y amigos, que aún guardaban un hilo de esperanza de encontrarlos, pero se alcanzó la certeza absoluta de que ninguno de ellos estaba dentro. Cabe recordar que el único cuerpo que apareció fue el del patrón del “Paquito Nº Dos”, José Germán Fernández Triñanes, y lo hizo al día siguiente del naufragio a 8 millas del pecio.
Díaz y Cernadas detallaron que esas labores se llevaron a cabo después de que la Comandancia Naval de Vigo aprobó el plan de inmersiones, un trámite que agradecen se realizase con rapidez. El buque de apoyo “Cuico” salió a las siete de la mañana de Cambados y, tras localizar el barco muy dañado entre 38 y 42 metros de profundidad, gracias a las coordenadas oficiales y, sobre todo, a la ayuda de un barco del pulpo y una embarcación de Salvamento Marítimo -esta última aseguró que en la zona de búsqueda no hubiese navegación-, se pudieron hacer las inmersiones en que participaron tres equipos de buzos, que se turnaron en función de tablas de descompresión y más circunstancias. Para moverse dentro tuvieron que retirar materiales y abrir puertas, y a las tres de la tarde dieron por rematada la búsqueda.
La reacción de las familias al resultado no se hizo esperar, al manifestar su tristeza, pero también que se les quitó un “inmenso peso de encima porque, alomenos, pola nosa banda, fixemos todo o posible para recuperalos”. Precisaron que “non podiamos durmir pensando na posibilidade remota de que estivesen alí, coma quen dí ao lado da man e non fixésemos nada por eles”. Y agradecieron a los que estuvieron a su lado y les ayudaron en estos momentos difíciles.
