RIBEIRA – Los cacos del templo de Santa Clara creyeron llevarse objetos de oro que no lo son

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Los ladrones siguen campando a sus anchas y haciendo de las suyas por Ribeira. En la madrugada del pasado sábado, visitaron el templo riveirense de Santa Clara, en la zona de Deán, a donde entraron tras retirar una rejilla de la ventilación del salón de la catequesis y la hoja de una de las ventanas. Teniendo en cuenta el tono dorado de la mayoría de los objetos de sustrajeron, se cree que los cacos pudieron pensar que eran de oro, pero simplemente se trataba de objetos metálicos con esa coloración. Al parecer, lo intentaron antes por dos puertas -la principal y una lateral- que trataron de forzar con alguna palanca, dejando las marcas, pero en las que no lo consiguieron. Uno de ellos saltó desde una altura de tres metros, para luego colocar cerca del hueco abierto unas sillas con las que facilitó la entrada a sus cómplices.

Desde dicha sala subieron hacia el templo, para lo que tuvieron que forzar otra puerta metálica, que esta vez si lograron abrir. Una vez dentro profanaron el sagrario, del que se llevaron un copón con las formas consagradas, y otros objetos que había en otras dependencias, entre las que se encontraron dos crucifijos dorados y las manos de madera de la imagen de Santa Clara, que portaba ostensorio y un báculos, ambos de metal y también de color dorado. Al parecer, accedieron a esa talla tras subirse en una escalera de mano que es propiedad de la iglesia. También se llevaron un incensario y la naveta, un botella de vino, obleas -repuestos de formas sin consagrar-y una vinajera. Pero lo que tenía un mayor valor económico y que también robaron fue el equipo de megafonía y un reloj electrónico para programa el funcionamiento de las campanas y otras acciones. Todo estos último está valorado en casi 6.000 euros.

El sacristán, Francisco Millet, también detalló que los cacos arrancaron marcos y rompieron elementos de varias puertas y destrozaron cerraduras. El párroco Cesáreo Canabal denunció el suceso en la comisaría ribeirense, que abrió una investigación al respecto.

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