RIBEIRA – Dejan en manos de la corporación municipal si cinco símbolos respetan la memoria histórica
El Juzgado Contencioso-Administrativo Número 2 de Santiago dictó una sentencia -apelable en un plazo de 15 días- sobre el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica en Ribeira, en la que emplaza a que sean los ediles quienes discutan y razonen en una comisión si se retiran 5 símbolos cuya supresión fue reclamada judicialmente por la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica do Barbanza. En contraposición a lo declarado por dicha asociación, la resolución reconoce que “no se le puede censurar al pleno municipal que se haya mantenido inactivo o que haya desoído el fin que persigue la ley de memoria histórica”.
El tribunal cita la supresión de las placas alusivas al Generalísimo Franco en la Rúa Galicia, José Antonio Primo de Rivera en el Malecón, y la Falange en distintas fuentes y lavaderos como en Martín o Bretal, así como de las que hacen mención a José Antonio Otero Goyanes. Desde el Ejecutivo se sostiene que la decisión sobre esta última fue “precipitada”, una valoración en la que se ratifica.
El tribunal compostelano especifica que la ley sólo obliga a tomar medidas para retirar la simbología que de manera concreta exalte “la sublevación militar, la guerra civil y la represión de la dictadura” y dice que no consta estudio o propuesta en relación a los 5 “símbolos” cuya retirada es reclamada por la parte demandante, como son los casos de José María Rivero de Aguilar, Rafael Hierro Martínez, Miguel Rodríguez Bautista y Diego Delicado, así como del a Rúa Nove de Agosto.
De hecho, la sentencia manifesta literalmente que «si algo consta en estos autos es que los dos vecinos que todavía son hijos adoptivos de la villa de Ribeira -en referencia a José María Rivero de Aguilar e Rafael Hierro Martínez- han recibido esta distinción por haber sido en algún momento benefactores de esa localidad, sin que existan indicios de que esos títulos enmascaren otro propósito […] y tampoco existen datos que permitan ordenar la retirada de los nombres de las calles dedicadas a los otros dos vecinos -en alusión a Miguel Rodríguez Bautista e Diego Delicado-, o cambiar la de la denominada 9 de Agosto, ya que para ello será necesario que los miembros de la corporación preceptivos, discutan y razonen si pueden ser mantenidos o conservados los nombres de las calles, por no ser otra cosa que justos signos de distinción a personas o sucesos que nada tuvieron que ver con la persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura».
