RIBEIRA – Varios incendios casi consecutivos en Insuela atacan la principal línea de flotación del turismo de la ciudad
El fuego registrado después del mediodía de este miércoles avanzó hacia el camping de Coroso, del que se llegó a plantear su posible desalojo, pero finalmente no se llevó a cabo, pero se cortó parcialmente el acceso rodado a esa zona de Palmeira
Por la noche de registró otro foco que obligó a desalojar el hotel Río Azor y cercó algunas viviendas de ese mismo lugar, pero los Bomberos y brigadas forestales de varios distritos consiguieron protegerlas, pese a que el fuego seguía activo al cierre del post
No alcanzó ni de lejos la magnitud de los incendios que a finales de agosto 2013 cercaron el polígono industrial de Xarás y obligaron a cortar al tráfico un tramo de la Autovía do Barbanza, pero el fuego registrado ayer en el lugar de Insuela, en la parroquia ribeirense de Palmeira, se puede decir que fue de los importantes por haber atacado a la línea de flotación del turismo de la capital barbanzana, uno de los pilares de la economía local. El viento del norte y noroeste provocó que las llamas avanzasen peligrosamente hacia el hotel situado a los pies de la playa de Río Azor y, sobre todo, hacia el camping de la playa de Coroso. Y llegó prácticamente un metro de alguna casa, siendo atajado a tiempo por los Bomberos y brigadas forestales.
Varios vecinos del lugar manifestaron que Ribeira estaba viviendo otro día triste debido a un desalmado que le volvió a plantar fuego a una misma parcela de terreno tres veces en poco más de 24 horas. A las once y media de la mañana del martes se declaró un incendio, que afectó a 715 metros cuadrados, gracias a la rápida y eficaz intervención de los medios de extinción y a que el viento del sureste llevaba el fuego a una zona en donde no podía avanzar más. En torno a las once de la mañana de ayer, volvieron las llamas a esa misma superficie, pero se controló rápido. Algunos residentes apuntaban que podría tratarse de una reproducción, pero las fuerzas del orden son partidarias de que alguien que tiene fijación con esa finca le volvió a plantar fuego, como así cree que sucedió tres horas y veinte minutos más tarde en esa misma zona. Estas sospechas hicieron levantar el temor de los vecinos ante la probabilidad de que haya un pirómano en esa zona.
En esta ocasión, el viento soplaba del norte y noroeste, por lo que el incendio avanzó con peligro hacia varias viviendas, en donde sus propietarios se afanaban por regar abundantemente para evitar que afectase a ellos y sus propiedades. Lo mismo sucedió con la zona del camping de Coroso, en donde a punto se llegó a plantear un posible desalojo, debido a que el incendio llegó a estar descontrolado por completo debido a las fuertes rachas de viento que hacían que se avivase, pero la intervención de los numerosos medios desplegados y que el aire amainó e
hizo cambiar de planes.
Entre los equipos movilizados se encontraron el Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM), los Bomberos del parque comarcal de Ribeira -para proteger viviendas y suministrar agua-, un agente, cuatro motobombas y siete brigadas forestales compuestas por un total de medio centenar de efectivos, 14 de los cuales fueron movilizados en dos brigadas a través de un helicóptero. Este último junto a otra aeronave similar se encargaron de regar el perímetro y los puntos calientes para que a las cuatro menos diez de la tarde estuviera controlado. Varios medios permanecen en el lugar para seguir regando y apagando cualquier llama que se generase dentro del perímetro del incendio, y lo dieron por extinguido a las 19.00 horas.
La superficie calcinada rondó las dos hectáreas pues, según la Consellería de Medio Rural, ardieron 1,17 hectáreas de arbolado y 0,8 de monte raso. Debido a esta incidencia, la Policía Local ribeirense cortó el acceso a la playa de Coroso por el extremo del camping hasta las 17.40, en que se dio por rematada la situación de peligro, aunque se permitió el acceso a pie y en vehículos hasta el interior de la zona de acampada y viviendas. El objetivo era evitar que se bloquease la zona ante una posible evacuación y facilitar el trabajo a los equipos de emergencias y de extinción.
Por si todo esto fuera poco, a las once y veinticinco de la noche de este miércoles se volvieron a encender todas las alarmas con un nuevo foco en la misma zona de Palmeira, aunque más cerca de la explanada de aparcamiento que hay delante del hotel Río Azor, una instalación que fue desalojada por precaución. Además, las llamas se aproximaron hasta unos cien metros del camping de Coroso, del que salieron algunos clientes al ver la magnitud de las llamas, y quedó muy cerca de un tanque de gas licuado, así como de las viviendas próximas a la playa de bandera azul ubicada en esa zona. Debido a que no se daban las condiciones de visibilidad, al ser noche cerrada, no se pudieron movilizar medios aéreos, por lo que las labores de control y extinción de tuvieron que llevar a cabo con equipos por tierra, tanto los Bomberos del parque comarcal y el Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM), ambos de Ribeira, así como diversas brigadas forestales con varias motobombas.
En un primer momento, el fuego avanzó muy rápido, avivado por el viento, pero se pudo dar por controlado, aunque al cierre de este post aún había llamas dentro del perímetro. Estaba previsto que durante la madrugada quedasen medios en labores de extinción y regando el perímetro para que el incendio no se propagase. Todo hacía presagiar que los vecinos de Insuela no iban a dormir o descansar mucho esta noche del miércoles al jueves, pues no paree que vaya a dejarles su preocupación de que el fuego afecte a sus casas, aunque manifestaron su confianza en los medios de prevención y extinción.






















