RIBEIRA – Los tres incendios registrados en las primeras horas de la tarde hicieron extremar la vigilancia en los puntos calientes entre el polígono de Xarás, A Carballa y Palmeira

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“¡Empezamos ben!”. Con esta exclamación se expresaba este viernes un miembro de una brigada de extinción de incendios forestales al registrarse ayer en el corto margen de tiempo que va de las tres menos cuarto a las seis de la tarde. Se cree que todos ellos fueron intencionados, por las condiciones en la que se produjeron, teniendo sus focos iniciales al lado de carreteras o caminos, como es el caso del que utilizan muchos alumnos para acceder a las instalaciones del colegio Bayón, en el barrio de Cubeliños. Además, se sospecha que no se iniciaron con la llama de un mechero sino que se pudieron utilizar acelerantes, pues la maleza que se vio afectada estaba aún bastante verde y necesita más que una simple mecha para prender. Los tres incendios pudieron ser sofocados y la superficie quemada no fue mucha gracias a la rápida actuación de los Bomberos del parque comarcal de Ribeira y efectivos del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM), pero lo cierto es que ya se han disparado todas las alarmas. Es por ello por lo que desde el Concello ribeirense se dieron órdenes para incrementar la vigilancia en los denominados puntos calientes por riesgo de incendios, que se sitúan, principalmente, entre el polígono industrial de Xarás, A Carballa y el límite de Palmeira con el vecino municipio de A Pobra.

Del primero de los incendios, del que ya informó con rapidez «loqueyotedigo», se tuvo conocimiento por una alerta de un particular sobre un incendio en un coche aparcado en un margen de un vial interno del parque empresarial de Ribeira. De hecho, los Bomberos del parque comarcal llegaron al lugar y vieron
salir el fuego y humo de la zona donde estaba estacionado un Ford Fiesta, que poco después fue retirado por su propietaria tras ser avisada en su puesto de trabajo, al igual que le sucedió al dueño de Ford Focus estacionado al lado del anterior pero que lo sacó antes de que llegasen esos medios pero que vio afectado un embellecedor inferior.

Tras mojar el Ford Fiesta, los Bomberos de Ribeira pudieron comprobar que las llamas procedían de la parcela colindante, situada a escasos centímetros, por lo que su actuación se centró en esa superficie repleta de maleza, y apagaron el fuego con rapidez y efectividad, no permitiendo que la zona calcinada superase los 15 metros cuadrados. Al lugar del incendio también fueron movilizados agentes de la Policía Local, que elaborarán un informe sobre lo ocurrido, así como tratar de localizar al propietario de la parcela para requerirle que la limpie. También se desplazó al lugar una dotación de la Policía Nacional, que abrió una investigación sobre lo sucedido. Del mismo modo, acudió un agente forestal y un motobombista del distrito comarcal.

Esos mismos medios fueron movilizados a las cuatro y media de la tarde por un incendio, del que también dio cuenta en exclusiva «loqueyotedigo» y en el que finalmente ardieron 700 metros cuadrados de monte raso en las inmediaciones del colegio Bayón, en Cubeliños. La voz de alarma la dio el empresario de la tienda de bicicletas Sportbike que circulaba con un furgoneta por las inmediaciones y se percató del incendio que se había originado e¡a los pies de unos árboles junto el citado centro eductivo. Ahí el fuego avanzó por donde había abundante maleza, sin elevarse demasiado, en dirección hacia la explanada pegada al colegio Frións, pero se pudo controlar antes de que se aproximase a ese espacio. El entorno se llenó de una densa humareda, que también ocasionó gran alarma entre los vecinos de las casas situadas en las proximidades. Además de los equipos de extinción, al lugar acudió el director del colegio Bayón, en el que ya no quedaba nadie dentro pues todos se habían desplazado al auditorio municipal para ponerse con los preparativos de su festival fin de curso. Vicente Fernández estaba muy preocupado tras recibir el aviso del incendio, pero se marchó más tranquilo al comprobar que los equipos de extinción lo habían controlado y sofocado.

Una hora y media después de detectarse el incendio junto el colegio Bayón, saltó una nueva alerta por un suceso similar en la parroquia de Palmeira, en concreto en el lugar de Muiño Vello. El fuego comenzó en una cuneta de la pista asfaltada que atraviesa por ese sitio y tras rebasar un muro, afectó a la finca donde hay una casa cuyas obras están paralizadas desde hace años, y que se detuvo a los pies de un pinar, donde el fuego pudo ser controlado y apagado por los miembros del GAEM. Allí también estuvieron los Bomberos de Ribeira, la Policía Local, un agente forestal y un motobombista.