RIBEIRA – La Policía Nacional extrema la vigilancia para localizar al exhibicionista de la playa de O Vilar
Todavía son muchas las incógnitas que se mantienen abiertas sobre el exhibicionista que se masturba delante de mujeres a las que encuentra solas en la playa de O Vilar, una situación que está causando alarma en la localidad. Para tratar de mitigar esa gran preocupación, sobre todo en la población femenina, la Policía Nacional está extremando la vigilancia en ese entorno para tratar de encontrarlo para evitar que siga teniendo ese tipo de comportamientos que, pese a no ser considerados como delito -diferente sería que lo haga ante menores de edad-, no son nada agradables para quienes los sufren, según sus testimonios.
Según pudo saber este periódico, en años anteriores se estuvo detrás de la pista de un vecino de Cabo de Cruz que tenía un comportamiento o proceder semejante, pero al que las fuerzas del orden no pudieron descubrir in fraganti y se desconoce si se trata de la misma persona.
Quienes si tienen pistas sobre esa persona y su modo de actuar son los vigilantes del parque natural, que lo vieron recorriendo la playa, pero nunca asaltando a una mujer que estuviera sola. De hecho, apuntan que podrían identificarlo, pues lo vieron varias veces, aunque no lo conocen. Una línea de investigación apunta que no debe ser una persona que viva muy lejos, pues quienes los vieron dirigirse hacia la playa de O Vilar indicaron que va andando a pecho descubierto desde Carreira, por el litoral, hasta recorrer el citado arenal en busca de víctimas propiciatorias. Según algunas fuentes, una de las personas que sufre las acciones de este exhibicionista es una mujer que se encarga de la limpieza del edificio del Centro de Interpretación do Ecosistema Litoral Galego (Cielga) y punto de recepción de visitantes del parque natural de Corrubedo.
Ese individuo aprovecha que esa trabajadora está limpiando unos grandes ventanales que hay en la parte inferior de dicha instalación para, desde el otro lado, masturbarse mirando hacia ella. En alguna ocasión, ella sujetó el teléfono para hacer o simular una llamada y el exhibicionista se marchó del lugar temiendo que avisa a las fuerzas del orden.
